El próximo 1 de febrero, Lori Meyers viajará hasta un precioso estudio de la Cataluña interior para rematar los temas que darán forma a uno de los discos más esperados del pop en castellano de los últimos años. Entre el equipaje, sobresalen 16 nuevas canciones cuya gestación ha sido distinta a la habitual. En lugar de moldearlas a través de maquetas previas, Ale, Noni y Alfredo han optado por un proceso creativo distinto, más sencillo y refrescante. 

Un móvil situado en el centro del local registraba lo que sucedía en los ensayos, con el objetivo de preservar la energía del momento en que los temas son concebidos. Los archivos sonoros capturados por el celular –barro crudo, listo para ser torneado– circulaban después entre el grupo, que los ha ido moldeando durante los últimos meses hasta construir un repertorio con más espacios, melodías más complejas y espíritu más rockero. 
No exageramos al aventurar que el nuevo álbum de Lori Meyers, la continuación del triunfante “Impronta” (2013), será el producto de un trabajo artesano que comenzó incluso antes de que el grupo empezara a probar las canciones en su local de ensayo de la Vega granadina. De hecho, dicho local fue acondicionado por ellos mismos, con ayuda de amigos y familiares, iniciando una prometedora deriva creativa dominada por la renovación. 

Por si fuera poco, Lori Meyers actuarán en algunos festivales durante este verano. La primera cita confirmada es la de Mad Cool Festival, ciclo de nuevo cuño que se celebrarán en Madrid entre el 16 y el 18 de junio. En estas actuaciones ya podremos disfrutar de alguno de los temas que darán forma al nuevo álbum. 
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